La Policía Local de Palma inspeccionó ayer los tres autocares de un colegio de la zona de Son Rapinya, en el inicio de la campaña. Foto: JAUME ROSSELLÓ.

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La Policía Local de Palma inspeccionó ayer los tres autocares del colegio Madre Alberta de Palma, en el comienzo de la campaña 1999-2000 de control del transporte escolar. Cuatro agentes "un sargento y tres policías" comprobaron que los conductores de los vehículos tenían todos sus papeles en regla y que los vehículos cumplían la normativa vigente en materia de transporte escolar, que prevé, entre otras cuestiones, que los niños menores de 14 años deben viajar acompañados y que no pueden ir sentados dos pequeños en un mismo asiento.

La campaña de control del transporte escolar, que se realizará de forma periódica (hoy, miércoles, serán inspeccionados los autocares del colegio CIDE), se saldó el año pasado con 34 denuncias, a otros tantos vehículos, que no cumplían la normativa municipal.

Las denuncias tramitadas, según las mismas fuentes, correspondieron, en su mayoría, a autocares que no disponían de la licencia municipal ya que se tramitaron catorce expedientes.

El resto de denuncias, hasta llegar a las citadas 34, se refirieron a no poder acreditar la autorización de la dirección general de Transports, con seis; no disponer de seguros especiales y complementarios, con diez; no haber pasado la revisión técnica, con dos; y no presentar el permiso de circulación, con otras dos denuncias.