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En el nuevo Conservatorio de Palma se escucha ya el rumor de los instrumentos que surge de las múltiples aulas, y sus pasillos se encuentran llenos de jóvenes artistas, cuyo interés radica en el perfeccionamiento de sus conocimientos de música y baile. Tal y como informo Ultima Hora , este centro inició las clases a principios de la semana pasada, una vez finalizadas sus obras. Esta primera fase de construcción ha incluido todas las instalaciones del Conservatorio "aulas, sala de actos, vestuarios,...", de la Escuela de Danza y de la zona común para todos los alumnos "cafetería, guardarropa, terraza bar, oficinas,...", y ha supuesto una inversión de 1.500 millones de pesetas. De este presupuesto, 600 millones han sido puestos por el Ministerio y 900 por la Conselleria d'Educació i Cultura. Además, se han de sumar más de 200 millones en mobiliario "todavía en proceso de colocación" para adecuar las instalaciones. Cabe destacar la compra de un piano de gran cola, valorado en quince millones de pesetas, y ocho pianos nuevos que, en total, suman 24 millones de pesetas. Una segunda fase contemplará la edificación de un Centro de Artes Dramáticas.

El proyecto del Conservatorio, cuya inauguración oficial no se celebrará hasta finales de noviembre, ha sido realizado por el mallorquín Jaume Coll y la canadiense Judith Lecrec, arquitectos que ganaron el concurso de anteproyectos convocado por la Conselleria d'Educació i Cultura. La adjudicación de las obras de construcción se hizo a la empresa Dragados y Construcciones.

Esta nueva infraestructura es muy valorada por los estudiantes, que, hasta el verano de 1996, efectuaron todas sus actividades en La Misericòrdia, propiedad del Consell Insular de Mallorca, cuyas instalaciones fueron abandonadas por deficiencias estructurales. Desde entonces y hasta ahora, los alumnos han asistido a sus clases en dos sedes provisionales: la sección de música, en el antiguo edificio de la ONCE, en la plaza del Bisbe Berenguer de Palou, y la sección de danza, en el Polideportivo Príncipes de España. «Ahora tenemos nuestro propio edificio, que tiene teatro, calefacción,... "explica Judith Jiménez, una alumna de sexto de danza", biblioteca, salas de estudio,... "añade Lucía Ruiz, que ya lleva nueve años estudiando Trompa"». Otra alumna, Maria Borras, destaca del nuevo Conservatorio «la tranquilidad, ya que todo está insonorizado».

La oferta educativa del Conservatorio Superior y Profesional de Música y Danza de las Illes Balears es ahora más amplia porque incluye estudios de grado superior. Una de sus estudiantes, Silvia Campaner, da una gran importancia a este hecho pues su idea es la de «profesionalizarse en el mundo de la danza».