Son Dureta suspendió ayer 'in extremis' dos operaciones por falta de camas en la UCI

Juana Borrás entró en Son Dureta hace un par de días para someterse a una operación de alto riesgo de pulmón (quitarle un trozo de éste órgano). Ayer a las siete de la mañana la empezaron a preparar para la intervención quirúrgica (entre otras cosas le pusieron una inyección para evitar coágulos en la sangre durante la operación) pero a las once de la mañana se le comunicó que la UCI estaba llena, que se suspendía su operación y que se volviera a su casa y ya sería llamada para ser operada. La indignación de Juana le llevó a presentar una queja contra el hospital al tiempo que denunciaba a este diario el mal trago que les han hecho pasar. La segunda operación suspendida en el día de ayer en Son Dureta fue de cirugía vascular.

Desde el hospital público del Insalud quitan hierro a esta situación y afirman que suele pasar debido a que las camas de UCI son limitadas. El doctor López de Carlos, responsable de quirófanos, señala que «el problema que hay es que el número de camas de UCI que hay en Balears es limitado y que un paciente postoperado no se puede trasladar porque el riesgo al que lo sometes es mucho mayor». «Dado que son pacientes que se les puede postponer diez días, una semana la operación "señala" se opta por esta solución. Si se operase el riesgo que se correría sería mucho mayor y no se puede aceptar médicamente».

«Yo entiendo perfectamente que el entorno familiar de un paciente que se va a operar se distorsiona terriblemente cuando a uno le dicen que le van a operar y se tiene que suspender la intervención pero si tenemos la noche anterior urgencias de UCI no podemos decirle a un señor que ha sufrido un infarto o un accidente que no le entro en UCI porque mañana tengo previstas operaciones».