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Un grupo de comerciantes de las galerías de la Plaça Major de Palma hizo público ayer su rechazo al proyecto de reforma de la zona presentado ayer por el vicepresidente del Govern y conseller de Comerç, Pere Sampol, y una delegación del Ajuntament de Palma encabezada por la primera teniente de alcalde, Carmen Feliú. Los comerciantes impugnaron el acta anterior, por lo cual, los propietarios de los 87 locales tendrán que volver a aprobar el proyecto mañana, jueves, y también se oponen a la realización de las obras debido a que se sienten perjudicados, según confirmó el portavoz de los disidentes Pedro Guasp. «La escalera mecánica nos quitará 2.80 metros de pasillo, y la gente tendrá que dar un rodeo para acceder a nuestros locales por el bar, haciendo una chapuza que nos perjudica muchísimo», precisó.

Al respecto, el presidente de los comerciantes, Juan Gómez, señaló que el grupo de opositores a la reforma «están desinformados», porque «no ven más lejos que la punta de la nariz, y esto lo digo sin ninguna agresividad». Y precisó: «La escalera mecánica es vital para facilitar el acceso de los clientes».