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El reparto de 'senalles', que regala el Ajuntament d'Inca junto al programa del Dijous Bo, colapsó ayer totalmente las dependencias municipales. El colapso lo protagonizó una multitud de personas que se lanzaron sobre la improvisada mesa, colocada en medio del zaguán, para conseguir una de las más de 3.000 'senalles' de palmito. Tal número de cestas fue repartido en un par de horas, de modo que a mediodía ya se acabaron, ante la cara de decepción de la gente que permanecía haciendo cola dentro y fuera de la Casa Consistorial y que no llegó a tiempo para recoger su 'senalla'.

Media docena de personas del Ajuntament, entre las que se encontraban funcionarios, mujeres de la limpieza y algún concejal, no eran suficientes para poner un programa del Dijous Bo dentro de cada cesta y darlo a una de las múltiples manos que se alzaban en busca del preciado tesoro. Además, sobre todo las mujeres, querían escoger su 'senalla' del montón que se repartía. Decían «yo la quiero más pequeña» o bien «dámela con el dibujo azul o rojo».

Las dichosas 'senalles' empezaron a repartirse el jueves por la tarde, pero en aquellas horas los ciudadanos de Inca aún no sabían que las regalaban, por lo que acudió muy poca gente. Pero ayer por la mañana, poco después de las nueve, ya había multitud de gente esperando dentro y fuera del Ajuntament a que llegasen las cestas. En el momento en que fueron traídas la gente aplaudió y hubo un gran alboroto. En algunos momentos de la mañana la cola de gente cruzaba la Plaça d'Espanya. En las escaleras del Ajuntament el alcalde de Inca, Pere Rotger, comentó que «es increíble, la gente es capaz de pelearse por el programa y ahora fíjate cómo se ponen para conseguir una cesta».

A pesar de todo la ciudadanía de Inca que se ha quedado sin el regalo municipal no ha de padecer. El concejal delegado de Ferias aseguró que habrá más 'senalles'.