Un año despues de la multitudinaria movilización en Balears en
contra del crecimiento urbanistico, el GOB considera que el
desarrollo turístico y residencial de las Islas «sigue siendo
exagerado».
Aina Llauger y Miquel Angel March, portavoces del grupo
conservacionista, expusieron ayer que fruto directo de la
movilización popular fueron la moratoria del Consell, la aprobación
de las Directrices de Ordenación Territorial, así como la ley de
medidas cautelares y de emergencia relativas a la ordenación del
territorio y urbanismo. Pero no es suficiente.
A su juicio, es necesaria una reforma de las Directrices para
reducir el suelo urbano, desclasificar nuevos urbanizables (es
Canons, Alcanada, Can Porquer, Son Espanyol...) modificando la Ley
de Espacios Naturales (LEN) si es necesario y reducir el número de
turistas que nos visitan. «Cada año llegan a las Islas 400.000
turistas más, lo cual está teniendo repercusiones muy negativas
tanto en la calidad de los servicios turisticos como en la calidad
ambiental», indicaron.
La ecotasa, según el GOB, «no sólo ha de tener una finalidad
recaudatoria sino que ha de ser el instrumento para frenar el
incremento del turismo».
«El Govern de les Illes, en sus primeros cien días de gestión, ha
hecho cosas positivas, pero no ha abordado las excepciones de las
DOT y no ha planteado el cierre de la incineradora», dijeron
Llauger y March.
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