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JAIME MOREDA El albergue juvenil de la Platja de Palma fue el escenario en el que durante todo el pasado fin de semana 127 jóvenes pertenecientes a casi una cincuentena de asociaciones debatieron el borrador del Pla Jove, elaborado durante la pasada legislatura.

Ayer, la consellera de Bienestar Social, Fernanda Caro, afirmó en el cierre de estas jornadas que «este encuentro se enmarca dentro de la política que ha seguido desde sus inicios este departamento de hablar con todas las partes para que se lleguen a acuerdos a través del diálogo y el consenso». Caro anunció así mismo que «por fin habrá un Pla Jove y saldrá de lo que se decida aquí».

Por su parte, el director general de Joventut, Joan Caules Ameller, explicó que en una asamblea anterior se decidió si este borrador podría servir de base para la elaboración del definitivo y al recibir una respuesta afirmativa, se han dedicado durante estos días a realizar las enmiendas que, a su juicio, son necesarias.

«Los puntos más problemáticos son esencialmente tres: trabajo, vivienda y bienestar social. Además, nos preocupa mucho que se reconozca la participación de las diferentes asociaciones de jóvenes como interlocutores válidos ante las instituciones», añadió Caules, quien aseguró que para el 2001 «seguro que los jóvenes contamos con nuestro propio Pla. Lo ideal hubiera sido tenerlo para el año 2000, pero como los presupuestos ya están cerrados ha sido imposible».

El sábado, Pere Salvà, redactor de este borrador, lo explicó a los miembros de las asociaciones ciudadanas y posteriormente se formaron una serie de grupos de trabajo divididos en educación, trabajo, calidad de vida, participación e información.