Los servicios de Acción Social del Ajuntament de Palma procedieron
ayer al derribo de una nueva chabola de Son Banya, la número
dieciséis y la que cierra el primer programa de realojo de los
habitantes del poblado gitano.
Los trabajos se iniciaron sin la oposición de los moradores del
poblado, que el pasado mes de abril sí impidieron la demolición de
la vivienda.
La familia afectada por este realojo, que vive fuera de Son Banya
desde entonces, se acogió a la ayuda municipal para la compra de un
piso en una barriada de la ciudad y con ella el Ajuntament
considera cerrado el primer programa de realojo, firmando por el
Consistorio palmesano y el Instituto Balear de la Vivienda.
En esta primera fase se han derribado 16 chabolas de las 106 que
llegaron a acumularse. En las 90 que aún se mantienen viven algo
más de 400 personas. Pero a partir del año que viene, los realojos
se realizarán dentro de lo que se considera un segundo programa.
Este se diferencia del primero en que ya no se ofrecerá a las
familias una ayuda económica para la compra o alquiler de un piso
que éstas deben buscar en Palma, sino que será el propio
Consistorio palmesano el que ponga a disposición de los que deseen
abandonar el poblado una vivienda en régimen de alquiler.
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