La teniente de alcalde de Sanitat, María Crespo, reconoció ayer que
el Ajuntament de Palma renuncia a llevar al pleno que mañana debe
celebrarse el adelanto del cierre de los bares de sa Llonja, tal y
como anunció de forma decidida hace sólo unos días. La responsable
municipal había citado ayer por la mañana a los representantes
legales de las dos partes enfrentadas, la Asociación de Vecinos del
Puig de Sant Pere y la Asociación Empresarial de Bares y
Restaurantes de sa Llonja, para mantener una reunión conjunta.
Pero la negativa del letrado representante de los vecinos, Félix
Pons, a reunirse con la parte empresarial obligó a Crespo a
mantener los encuentros por separado.
Como única conclusión, por el momento, la regidora declaró que
siendo un hecho indiscutible que la declaración de sa Llonja como
Zona Acústicamente Contaminada finaliza el próximo 31 de diciembre,
«no nos parece muy ético, más aún, sería un fraude a los residentes
en sa Llonja, que llevan años padeciendo el problema del ruido, el
adelantar el horario de cierre de los locales sólo durante un mes,
apartir del 1 de diciembre».
Ante esta realidad, Crespo reconoció que «he intentado la
prórroga de esta declaración de ZAC, pero según todos los informes
jurídicos para eso es necesario realizar nuevas mediciones de
sonido en los locales» y adelantó que «éstas se realizarán
próximamente». Así, el Consistorio se compromete a poner en marcha
una nueva tanda de mediciones para prorrogar la declaración de ZAC,
siempre y cuando las sonometrías lo justifiquen.
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