El grupo de escindidos de Unió Mallorquina acusó ayer a la
dirección del partido de haber «comprado» a otros críticos «que
hasta ahora eran ignorados». El portavoz de este grupo de
escindidos, Mateu Oliver, consideró «penoso» que la dirección de UM
haya «ofrecido cosas por detrás a gente que estaba conmigo y que se
ha quedado en el partido».
Oliver aseguró que, hasta el momento, las bajas que de
militantes que ha sufrido la estructura de Palma superan el
centenar y auguró que en los próximos días se irá produciendo un
goteo de bajas en el partido nacionalista. Oliver aseguró además
que con estos abandonos la estructura de Palma ha quedado muy
dañada «porque se ha ido la gente que realmente trabajaba por el
partido».
Oliver insistió en que tanto el presidente de UM en Palma,
Maximilià Morales, como la presidenta del partido, Maria Antònia
Munar, han actuado con falta de democracia y transparencia, al
negase a que se celebre una asamblea en Palma para renovar la
dirección local de UM.
Oliver aseguró que el grupo de escindidos ha decidido crear un
grupo de opinión en Palma, «que cuenta con una estructura
perfectamente organizada ya que tenemos representación en todas las
barriadas». Añadió además que esperan poder iniciar conversaciones
con otros partidos independientes de algunos municipios para tratar
de alcanzar un acuerdo de colaboración.
El portavoz del grupo de escindidos de UM explicó que el
detonante de la crisis fue la decisión del presidente de UM-Palma
Maximilià Morales, de no presentar su renuncia tras las pasadas
elecciones municipales. Oliver explicó Morales se negó además a
convocar una asamblea, pese a que los críticos contaban con el
número de firmas que exigen los estatutos.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
De momento no hay comentarios.