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El incremento del 23 por ciento de la vivienda de segunda mano en Balears durante 1999 es consecuencia, según los expertos, del aumento que ha tenido lugar en este último año de la rehabilitación de viviendas, cuya mano de obra, al ser cualificada, es más cara, así como los materiales utilizados, lo que todo unido encarece el coste final.

El presidente de la Asociación de Promotores y Constructores de Balears, Manuel Gómez, cree que este incremento del precio de la vivienda usada puede deberse al tirón de las rehabilitaciones, pero en ningún caso al freno de las urbanizaciones impuesto por el Govern de les Illes. «La paralización de más de setenta urbanizaciones ya estaba prevista en las Directrices de Ordenación del Territorio, por lo que en estos momentos no creo que sea un factor que incida en el precio de la vivienda de segunda mano», indicó Manuel Gómez.

El presidente de los promotores y constructores de Balears hace una lectura «con reservas» del informe hecho público el martes por la empresa Tasaciones Inmobiliarias (Tinsa), «porque se trata de una muestra sesgada, ya que suelen realizarla sobre las capitales de provincia y cuando hablan de Balears, en realidad se refieren a Palma y, en la capital mallorquina, la vivienda de segunda mano tiene un peso específico importante».

Gómez achaca este incremento del precio de la vivienda usada, además de al aumento de las rehabilitaciones, a una «hipotética psicosis de que el suelo urbano en Palma es limitado».

Tampoco descarta Manuel Gómez que influya en esta subida del precio la fuerte demanda de compra de vivienda que ha habido en este último año, debido al bajo coste del dinero y a la furia inversora ante la entrada del euro.

De todas formas, Gómez cree que si se quiere dar respuesta al tirón de la demanda de vivienda no basta con las rehabilitaciones, las actuaciones públicas deberán ser mucho más importantes que hasta ahora, del tipo a las acometidas en sa Gerreria.