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Políticos y ciudadanos, sea cual fuere el color, tenemos dos asignaturas pendientes que no hay manera de aprobar. Nos estamos refiriendo a la limpieza de torrentes, abandono de viejos muebles y trastos inservibles en solares, ya no ocultos, sino bien a la vista, o, como mal menor, al lado de los contenedores a la espera de que los servicios de EMAYA se los lleven, cuando, con una simple llamada a este servicio, basta para que pasen por casa a buscarlos.

Ayer, domingo, sin ir más lejos, tras unas lluvias más bien discretas caídas el último fin de semana, nos encontramos con un atasco de ramas en la salida del torrente que desemboca en el Portitxol, se ve que llegadas arrastradas por la corriente, mínima desde luego, de agua procedente de la lluvia. Tal vez lo más positivo de esta cuestión es que sólo llegan ramas, en vez de ramas y otros «residuos», como sucedía con lluvias anteriores, pero que evidencian que los torrentes no terminan de estar todo lo limpios que debieran. Vamos a ver si de una vez por todas el Pacte de Progrés lo logra.

Tampoco tiene explicación la falta de civismo que demostramos cuando, buscando un solar mas o menos oculto, aunque en los últimos tiempos suele estar en la mismísima vera del camino, abandonamos toda suerte de cachivaches inservibles que molestan en casa. También los solemos dejar al lado de los contenedores, esperando que EMAYA se los lleve, cosa que no hace, pues no es su obligación, quedando ahí días y más días.

El primer caso lo tenemos en el Camí Fondo, a la vera de la depuradora, donde muebles y otros restos ocupan, desperdigados, parte de un solar ofendiendo a la vista. El segundo puede estar en cualquier contenedor de Ciutat cualquier día.