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PEDRO PRIETO
El presidente del Govern, Francesc Antich, partió ayer por la mañana rumbo a Cuba en su primer viaje oficial al extranjero desde que se convirtió en el nuevo inquilino del Consolat de la Mar. La hora prevista de su llegada a La Habana era a las 20.00 horas (una de la madrugada en España). La comitiva del Govern, que también está integrada por el conseller d'Hisenda, Joan Mesquida, y personal de seguridad, prensa y protocolo, tiene una apretada agenda, que comenzará hoy mismo con la inauguración de la Casa Balear en Cuba. Francesc Antich llega a Cuba con un cargamento de 1.100 kilos de medicamentos aportados por Apotecaris Solidaris, cifra mucho mayor a los 500 kilos que llevó José María Aznar en su visita oficial a esa isla del Cariba. El Govern balear ha corrido con el coste del traslado de los medicamentos, cerca de 400.000 pesetas.

Tras la inauguración de la Casa Balear, que tendrá lugar a las 9.30 horas en La Habana, el presidente del Govern se entrevistará hoy con el ministro de Turismo cubano, Ibrahin Ferradaz, y con el de Relaciones Exteriores, Felipe Pérez Roque. Por la tarde está previsto un encuentro con el alcalde de La Habana, Conrado Martínez Corona, y un recorrido turístico por la zona de Morro-Cabaña, con asistencia a la tradicional ceremonia del «Cañonazo».

Poco antes de partir ayer rumbo a Cuba, Antich reconoció que, pese a su apretada agenda, tiene mucha ilusión por conocer el típico «Cañonazo», y por visitar alguna fábrica de puros. Antich también se refirió ayer a la silla de Maceo y declaró que no tiene inconveniente en que se devuelva a Cuba, «aunque eso depende del Ajuntament de Palma».