ENVIADO ESPECIAL A LA HABANAAntich viajó el martes a Cuba en
compañía del conseller d'Hisenda, Joan Mesquida, y un séquito
compuesto por siete personas más, entre ellas protocolo, prensa y
seguridad. Tras almorzar en el self"service de Barajas, el
president se quedó a bordo en mangas de camisa y viajó a Cuba en
clase turista, o lo que es lo mismo: diez horas de estrecheces en
un espacio vital mínimo, lo cual, además, obligó a banqueros y
otros empresarios a hacerlo también en dicha clase. Al igual que el
resto de viajeros, tuvo que aguantarse y no fumar durante las diez
horas que duró el viaje, con el «mono» que eso conlleva para todos
los fumadores y con las secuelas que le dejó la muela extraída la
víspera de partir.
BOLEROS
Cuando le volvimos a ver, ya en tierra, dando un conferencia de
prensa ante los medios de comunicación de Cuba "estaban todos,
¡eh!", sentado al lado de uno de los insignes de la Revolución,
Ibrahim, el héroe de Bahía de Cochinos, y muy cerquita del doctor
Alemany, prestigioso oftalmólogo y presidente del Centre Balear,
estaba fresco como una rosa. Eso sí, alguien nos contó que desde
que descendió del avión hasta llegar ahí ya se había fumado tres
cigarrillos. Por cierto, Antich había sido recibido al son de
boleros a cargo del grupo de bailes de la citada Casa Balear. Que
conste.
Y... bueno, pues como cabía esperar, el Molt Honorable no se
hospedó con nosotros en el Meliá Cohiba, sino que el Gobierno
cubano le había asignado techo en la Residencia de Protocolo, que
es donde van a parar estadistas y visitantes ilustres.
Sin embargo, Antich se dejó caer por el hotel a media noche,
aceptando una invitación del director, con quien se tomó un roncito
y se fumó un habano.
El Centre Balear de Cuba, en el que comenzó a trabajar para hacerlo
la realidad que es Rosa Estaràs, vicepresidenta y consellera de la
Presidència de los anteriores gobiernos del PP, está inscrito en el
registro de asociaciones como «Asociación de amistad», siendo
reconocido en 1994 por el Govern balear como Comunitat balear en el
Exterior.
En la actualidad el número de asociados supera los 2.000, siendo
La Habana, con mil, la que más aporta, seguido por Cienfuegos y
Batabano. En cuanto a las edades de los afiliados, los que más,
912, están comprendidos entre los 31 y 65 años, y los que menos,
264, son los de 65 en adelante. En dicho centro hay más mujeres que
hombres afiliadas, y sus procedencias son: 1.455 de Mallorca,
seguido por Eivissa, Menorca y Formentera.
SITUACIÓN
Situado en una de las esquinas más importantes de La Habana
moderna, es un edificio de estilo colonial, de dos plantas y
sótano, con una extensión edificada de 660 metros cuadrados de
superficie. En el sótano está el gimnasio y el almacén, en el
primer piso vemos la sala de protocolo, el comedor y la cocina, y
en el piso superior dos habitaciones habilitadas como centro de
formación de informática, idiomas y hostelería; el resto está
destinado a oficinas. Lo dirige el doctor Alemany.
Desde 1997 el centro está presente en toda la isla a través de
distintas delegaciones, de las que sólo en la ciudad de La Habana
hay quince.
En la inauguración del Centre Balear de Cuba abrió el turno de
discursos el presidente de la entidad, doctor Alemany, quien contó
la historia de los emigrantes de Balears en Cuba hasta hoy. El
doctor, luego, aparte, nos comentó que dejaba el cargo en
primavera, cediendo el paso a otra gente más joven, con ideas
renovadoras.
A continuación habló el president Antich, quien poco antes había
llegado en olor de multitudes, pues los cubanos, nacidos en Balears
o descendientes de baleares, le hicieron tal recibimiento que
difícilmente lo olvidará.
Antich, en su parlamento, no se anduvo por las ramas. Dijo,
entre otras cosas, en clara alusión a sus antecesores que desde que
están al frente de la Comunitat «hemos iniciado un proceso
sustancial y significativo de la forma de gobernar las
instituciones públicas de nuestra comunidad, basada en la
solidaridad y participación y la transparencia en la gestión
pública», señalando más adelante, refiriéndose a las casas baleares
en el exterior, que «desgraciadamente creemos que algunas casas o
algunos de sus integrantes se dejaron arrastrar por intenciones
electoralistas no excesivamente transparentes. Gracias a los
mecanismos de corrección de carácter democrático, el tema fue
detectado y denunciado. Una vez asumido el poder, tuvimos que
afrontar el tema de los baleares en el exterior con cautela,
sentido común y prudencia. Nuestra voluntad es mantener una
política coherente y rigurosa con los inmigrantes isleños y sus
descendientes, pero, sobre todo, teníamos claro que no podíamos
hacerlo a cualquier precio y sin un programa de actuación
transparente».
Vamos, que poco menos, como dijo una compañera, Antich, con su
discurso, hizo protagonista el tema de Formentera en día tan
señalado en La Habana. Antes de comenzar a hablar en catalán,
recordando que él era hijo de emigrantes "«he nacido en Caracas»" y
que sus abuelos emigraron a Cuba, dijo: «La respuesta a visitar el
Centro balear de Cuba fue afirmativa y clara por multitud de
razones. Tan clara y consecuente como lo habíamos sido en nuestra
forma de solidarizarnos con el Gobierno cubano y los intereses de
Balears en Cuba ante la presión de los Estados Unidos, tal y como
tendré oportunidad de poner de manifiesto de ahora en adelante».
Por último, aunque breve, tuvo un recuerdo para sus antecesores:
«La presencia de mi Gobierno en este acto está acompañada por el
recuerdo de gobiernos anteriores, que también han contribuido de
manera eficaz a esta realidad de hoy».
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