300 años de Seminario. Foto: TERESA AYUGA

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Sacerdotes, antiguos y nuevos seminaristas, religiosas, miembros de grupos laicos de Iglesia y creyentes, más de 300 personas en total, participaron ayer en el principal acto de conmemoración del tercer centenario del Seminario de Mallorca, que consistió en una Eucaristía de acción de gracias presidida por el obispo, Teodor Úbeda. Fue una celebración sencilla en la que se dio gracias a Dios por los trescientos años de historia del centro de formación del clero mallorquín, que tuvo lugar en la capilla del Seminario Nuevo, que días atrás fue sometida a un lavado de cara y renovación de las 14 cortinas de las vidrieras laterales y de la instalación eléctrica.

La fiesta comenzó pasadas las diez y media de la mañana, con la entrada en la capilla de las comunidades de los Seminarios Mayor y Menor, el prelado de Mallorca y una treintena de sacerdotes, que concelebraron la misa con el obispo. Teodor Úbeda se dirigió a los antiguos seminaristas, muchos de los cuales acabaron siendo sacerdotes, y también a aquéllos que lo dejaron antes y recordó cómo un 29 de junio de 1700, con una misa similar, los primeros trece seminaristas iniciaron la existencia del Seminario de Mallorca.

No faltaron a la misa personas conocidas que en su juventud pasaron por el Seminario, como Cecili Buele, conseller de Cultura i Joventut del Consell de Mallorca; Jaume Gual, director general de Planificació i Centres de la Conselleria d'Educació; Joan Miralles, catedrático de Filología Catalana de la Universitat de les Illes Balears; Gabriel Rosiñol, jefe de servicio de Recursos Humanos del Consell de Mallorca, o Juan Carrero, propuesto como candidato al Premio Nobel de la Paz de 2000.