El Ajuntament de Palma no está dispuesto a ceder el control del
agua al Govern y si se ve obligado a hacer la cesión por una ley
del Parlament exigirá compensaciones multimillonarias. De hecho,
tan sólo la posible cesión de los embalses ya ha sido tasada en
unos 15.000 millones de pesetas por Maria Crespo, presidenta de la
Empresa Municipal de Aguas y Alcantarillado (EMAYA).
La presidenta de la empresa municipal consideró inaceptable la
intención del Govern de crear un organismo supramunicipal que
gestione el agua y que deje a EMAYA al margen del suministro.
Crespo aseguró que EMAYA es una empresa municipal que debe
garantizar el suministro de agua a sus ciudadanos, por lo que debe
ser la empresa quien controle el agua en alta.
«No es lógico que, cada vez que Palma necesite agua, tenga que
solicitar permiso al Govern para garantizar el suministro a los
ciudadanos», afirmó Crespo. La presidenta recordó además al Govern
que la empresa municipal da en estos momentos suministro al 70 por
ciento de la población de Mallorca, por lo que ninguna institución
puede dar la espalda a esta realidad.
La presidenta de la empresa municipal afirmó que no está en el
ánimo del Ajuntament ceder todas sus infraestructuras en materia
hidráulica. Añadió que si el Govern persiste en su intención de
hacerse con el control del agua deberá comprar las
infraestructuras, porque el Ajuntament no tiene intención de
cederlas.
De hecho a los 15.000 millones que la empresa estima que cuestan
los embalses, Maria Crespo añadió los 2.000 millones de coste de la
potabilizadora, los 900 millones invertidos durante estos años en
mejora de las redes de distribución en Palma y otras cantidades no
especificadas que también serán reclamadas al Govern en caso de que
quite por ley las competencias a EMAYA.
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