El Govern está trabajando en la redacción de medidas cautelares que
permitan frenar en la medida de lo posible el exceso de
construcción en suelo urbano mientras se trabaja en la reforma de
las Directrices de Ordenación del Territorio. Entre estas medidas
se encuentra la rebaja en la edificabilidad y la posible reducción
de licencias, aunque el Govern no quiere dar a conocer las
propuestas.
El director general d'Ordenació del Territori, Manuel Cabellos,
negó ayer de plano las acusaciones de parálisis de su departamento
lanzadas un día antes por el GOB. Explicó que la puesta en marcha
de estas medidas cautelares, que podrían estar listas la semana que
viene, requiere un arduo trabajo ya que resulta muy difícil tratar
de limitar el crecimiento en suelo urbano sin que ello de pie al
pago de indemnizaciones. Cabellos explicó que, durante estos meses,
se ha trabajado sobre varias líneas de actuación que finalmente han
sido descartadas. Según el director general, si bien estas líneas
de trabajo permitían contener la construcción de segundas
residencias, afectaban también a promotores que cuentan con planes
parciales aprobados. Esta línea de trabajo podía tener como
consecuencia directa el pago de indemnizaciones, cuestión que se
quiere evitar si es posible.
El director general no quiso especificar cuáles son las medidas
cautelares sobre las que se está trabajando, y reconoció que
cualquier anuncio de medidas urbanísticas restrictivas tiene una
consecuencia directa inversa a lo buscado: genera un boom de
construcción.
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