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R. L./EFE
La delegada de Gobierno en Balears, Catalina Cirer, aseguró ayer que ni las Islas ni sus ciudadanos «son objetivo prioritario de ETA» y consideró que las amenazas a empresarios mallorquines tienen la «dosis de preocupación normal» que han de tener los temas de seguridad en el archipiélago.

Durante la presentación de la campaña Náutica 2000, Cirer explicó que el Govern balear, el Ministerio de Interior y la Secretaria de Estado para la Seguridad «no están más preocupados que en otras ocasiones», ya que «la situación de riesgos no es peor» que en años anteriores. La delegada gubernamental señaló que el envío de cartas de extorsión a empresarios mallorquines «parece» que es una pauta de comportamiento que se corresponde «al envío masivo, o mailings» que la banda terrorista «hace a nivel nacional» y que ha podido tener como objetivo el sector turístico.

En relación con la posible presencia de simpatizantes de ETA que pudieran efectuar labores de seguimiento en Mallorca, Cirer precisó que, fruto de la política de acercamiento de presos al País Vasco, ha desaparecido el factor de riesgo que podría llegar a representar las visitas de familiares a miembros de ETA encarcelados hasta hace unos meses en Palma. Según los datos de que dispone Delegación del Gobierno, en torno a tres o cuatro empresarios de las Islas vinculados al mundo del turismo han recibido cartas en las que la banda terrorista les amenaza en caso de que se nieguen a pagar el 'impuesto revolucionario'. La banda terrorista reclama a cada uno de ellos cantidades que oscilan entre los 50 y los 60 millones de pesetas.