Mallorca también tiene desde ayer una moratoria en suelo urbano. La
presidenta del Consell de Mallorca, Maria Antònia Munar, decidió
cortar de raíz con la polémica y con el previsible proceso
especulativo de una demora presentado este tema por vía de urgencia
en el pleno extraordinario de la institución. La propuesta salió
adelante con los votos en contra del PP.
A pesar de que desde el jueves se sabía que la aprobación del
texto era inminente, hasta media mañana de ayer se mantuvieron los
contactos entre el Govern y el Consell para fijar el contenido
definitivo del texto. De hecho, hasta la una menos cuarto de la
tarde de ayer el documento final no quedó listo. Una hora y media
más tarde, comenzaba el debate de este punto en la reunión del
Consell.
La suspensión de licencias afectará sólo a determinados suelos
urbanos de las zonas relacionadas en el POOT "las zonas turísticas
de los municipios" que no tengan la condición de solar. Esto quiere
decir que no tengan construidas las infraestructuras básicas de
luz, agua, alcantarillado y viales. Por esta vía, queda en suspenso
la urbanización de Cala Carbó (Pollença) y parece que, casi con
toda seguridad, quedará también suspendida la Marina (Calvià), al
menos en su mayor parte. El texto incorpora además una serie de
suelos urbanos muy concretos que no están incluidos en las zonas
POOT. Por esta vía, quedan en suspenso de forma directa las zonas
de Son Gual II (Palma), Cala Tuent (Escorca), el Port des
Canonge-Son Coll (Banyalbufar), Cala Moragues y Ses Egos (Andratx)
y Bens Davall (Sóller). Esta suspensión de licencias urbanísticas
durará un máximo de cinco años y, en cualquier caso, decaerá en el
momento en que se apruebe el Plan Territorial Insular de Mallorca,
cuyo proceso de elaboración comienza en breve.
La aprobación de la moratoria cogió por sorpresa a los diputados
del PP, pese a que desde el jueves se supo que la voluntad de UM
era aprobar cuanto antes el texto. De hecho, el portavoz de este
partido, Jaume Font, reclamó que se suspendiera el pleno y se
convocara de nuevo para la semana que viene. La presidenta del
Consell, Maria Antònia Munar, se negó, al argumentar que el tema
era lo suficientemente importante como para que se aprobara de
inmediato.
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