El Insalud era consciente, en el año 1990, de la «existencia de
compras sumergidas, como una práctica no casual, sino sistemática»
en el Hospital Universitario de Son Dureta; igualmente daba por
ciertas «irregularidades en los inventarios de los años 1987 a
1989, en referencia a las prótesis (quirúrgicas)». Admitía que
«mediante vales de reparación se encubrieran las adquisiciones de
determinado material» y que «mediante vales de adquisición de
material de mantenimiento se adquiriera todo tipo de material
(neveras, cajas registradoras, ventiladores, vino de misa, lámparas
y equipo inventariable, etc) e, incluso, fueron abonadas dietas de
desplazamiento».
Sin embargo, ni Son Dureta ni el Insalud llevaron a cabo acción
alguna por la vía disciplinaria contra las continuas
irregularidades contables del Hospital Universitario que fueron
detectadas entre los años 1997 y 1990 y después denunciadas a la
Fiscalía por parte del sindicato CC OO, según ha admitido la actual
Dirección territorial del organismo oficial, a cargo de Javier
Rodrigo de Santos. En el momento de los hechos, el cargo era
ocupado por Ferran Moll.
Las acusaciones afectaban «a las secciones o los servicios de
suministros, de compras y aprovisionamiento del hospital», de
manera que demostraban que «se estaban produciendo irregularidades
al menos administrativas», según el técnico del Insalud. Javier
Rodrigo de Santos ha aseverado que ninguna de las acciones
efectuadas entonces «ha prescrito ni en la vía penal ni en la
administrativa», de manera que la nueva investigación que será
efectuada por parte de la institución podrá ser derivada hacia
resortes internos (administrativos) o externos (judiciales).
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