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El alcalde de Palma descartó ayer que las prostitutas de las Avenidas vayan a ser trasladadas a Son Pardo. Joan Fageda reconoció que la «alarma social» que ha provocado el anuncio del traslado «hace muy difícil llevar a cabo esta medida, pues nadie quiere este tipo de actividad cerca de su casa». También matizó que «yo nunca había dicho que las inmediaciones del hipódromo fuese el lugar definitivo para este colectivo, sino que, además, estábamos buscando otras alternativas».

Fageda realizó estas declaraciones al día siguiente de haberse celebrado la primera reunión entre representantes municipales y del Govern balear con el objeto de encontrar una solución al problema de la prostitución creciente en Palma. «Después de esta reunión, lo único que ahora mismo contemplo es la necesidad de seguir manteniendo encuentros, a partir de enero, con el resto de instituciones para coordinar esfuerzos y actuaciones», dijo. «Es evidente que la sociedad debe dar una respuesta», añadió.

El alcalde recordó que «no tenemos una legislación aplicable para estos casos y lo único que se puede hacer es ir paliando los problemas según surgen». En su opinión, las soluciones posibles son varias y ya conocidas y apuntó, como una opción probable, la dispersión en varios puntos de Palma, «porque es imposible concentrar toda la prostitución de calle en un mismo punto».

No obstante, insistió en que, por el momento, sólo se plantea la negociación con el Govern balear, el CIM y cuantas asociaciones estén implicadas. Finalmente, advirtió que se trata de un «grave problema que afecta a todo el país y que probablemente irá a más, con el aumento de la inmigración».