El alcalde de Palma, Joan Fageda, definió el año 2000 como «el año
de las infraestructuras», durante el tradicional brindis navideño,
que ayer celebró con los medios de comunicación a los que felicitó
las fiestas, aunque, según dijo, «sea en un día triste por el nuevo
atentado terrorista». El primer edil de la ciudad estimó que el
balance del año vivido ha sido positivo, «si bien las cosas siempre
pueden hacerse mejor», añadió.
Fageda definió el año que ahora acaba como el de la renovación
de las infraestructuras de la ciudad, «que hacen sufrir mucho, pero
a partir de 2001 podremos ver los resultados». «También ha habido
problemas serios, entre ellos la falta de lluvia, pero las
discusiones al final han dado buenos frutos como la promesa de la
ampliación de la desaladora de Palma que evitará que lo pasemos mal
el próximo verano», comentó.
Los grandes retos para el año venidero son, según enumeró, «la
recepción del estudio de movilidad, la renovación de la EMT y de la
Policía Local, la finalización del Parc de ses Estaciones y los
nuevos aparcamientos que se construirán en la ciudad».
Con respecto al proyecto de Parc de ses Estacions, reconoció que
«era necesario estudiar bien el tema» porque «lo único que me
preocupaba era que se iniciasen las obras para luego tener que
interrumpirlas y tener que pagar indemnizaciones».
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