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La Nit de Nadal de la Hostaleria, que congregó en la noche del jueves a más de 800 personas vinculadas con el mundo del turismo, la empresa y la hostelería en el Casino de Mallorca, se convirtió en un acto de reivindicación de todos los hoteleros de las Islas y de otras zonas turísticas de la Península contra el proyecto del impuesto turístico, así como denunciar públicamente la estrategia de desprestigio alentada por el conseller de Turisme, Celestí Alomar.

El ex presidente de la Federación Hotelera de Mallorca, Josep Forteza Rey, fue el encargado de analizar todo lo que ha acontecido a lo largo del último año con el impuesto turístico, de ahí que las expresiones más duras que se oyeron en el acto salieran de su boca, dado que el resto de interlocutores, José Pradel, Joan Casals y el presidente de la patronal, Pedro Cañellas, simplemente apostillaron algunos aspectos claves denunciados por Forteza Rey. Nada más empezar su intervención afirmó Forteza Rey que «estamos aquí para informar sobre la campaña de desprestigio propiciada, alentada y coordinada desde centros de poder públicos directamente relacionados con la Conselleria de Turisme y su conseller».

En este sentido, apuntó que de forma sistemática «se está llevando a cabo una campaña constante, despiadadamente irresponsable contra el sector turístico, turistas y sobre todo contra los hoteleros, todo ello mediante manifestaciones acusatorias a los medios de comunicación, con filtraciones tendenciosas y amenazas veladas».

Por su parte, Pere Cañellas clausuró el acto calificando el ejercicio 2000 «de annus horribilis, ya que tanta torpeza no se puede aunar sobre un mismo proyecto. Nos tenemos que remontar a épocas pasadas para vivir una situación similar de crítica contra un sector como el hotelero. Lo vivido este año no es lógico, ya que se nos ha querido demonizar a todo el sector turístico».