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Entre los numerosos actos que programaron los colegios e institutos de las Islas para poner fin al último día lectivo del primer trimestre, los belenes vivientes y los festivales de villancicos fueron, sin duda, los grandes protagonistas de la jornada. Ante la imposibilidad de llegar a todos los rincones de Mallorca, Ultima Hora visitó los belenes del colegio de Sant Vicenç de Paül, en la barriada de la Soledat de Palma, y el de la Porciúncula, que tuvo lugar en plena naturaleza. Otros que se desarrollaron ayer fueron el del colegio Sant Josep Obrer, que alumnos y profesores habían preparado con gran ilusión desde hacía días.

Sobre las 11'30 horas, la totalidad de los alumnos del colegio de Sant Vicenç de Paül de la Soledat se dirigieron a la iglesia del mismo barrio para asistir a la escenificación que sus compañeros les ofrecerían. Desde los más chiquitines "que actuaron como perfectos querubines" a los mayores, estudiantes de los últimos cursos de ESO, lo hicieron a la perfección. El acto empezó con la actuación del coro de la escuela, que casi hizo su estreno en este importante acto, con el tradicional Fum, fum, fum. Posteriormente, la alumna Carme Mayol dejó estupefacto al público con el sermó de la calenda. La joven estudiante de nueve años recitó, sin equivocarse en una coma, el largo sermón que había preparado junto a una de las hermanas jubiladas del colegio.

Por otra parte, los alumnos de educación infantil y primaria del colegio La Porciúncula escenificaron, un año más, el belén viviente en la mañana de ayer. El escenario elegido fueron los jardines y el pequeño bosque en los exteriores del centro educativo. Allí no faltaron los personajes que conforman el pesebre, los Reyes Magos, los animalitos o los partorcillos desarrollando oficios tradicionales, pero también se debe hacer una mención a las estrellitas que brillaron con luz propia en la función y que acompañaron en todo momento el nacimiento del Niño.