Una vez finalizada la remodelación de las pescaderías del mercado
de Santa Catalina, los nuevos puestos fueron abiertos ayer al
público con la presencia de responsables del Govern balear y del
Ajuntament de Palma. Las obras han durado aproximadamente dos meses
y durante este tiempo se han embaldosado, se han colocado nuevos
techos en cada puesto, los alicatadas se han alineado y se han
renovados las pilas de acero inoxidable, obligatorias por la ley.
Pero quizá la reforma más importante se refiere a la dotación de
desagües individuales para cada puesto, hasta ahora había un
desagüe común, lo que evitará malos olores y suciedad. Los trabajos
han costado 40 millones de pesetas, cantidad que ha sido financiada
por el Govern balear, tal y como se comprometió a hacer el
vicepresidente del Ejecutivo, Pere Sampol, cuando el mes de marzo
de este año visitó las instalaciones y comprobó «in situ» las
deficiencias que presentaban las pescaderías (catorce de un total
de 60 en todo el mercado) que no habían sido objeto de reforma
desde 1977. Entonces solicitó al presidente de la Cooperativa del
Mercat de Santa Catalina que le presentara un proyecto de
remodelación.
Los propietarios de los puestos se han hecho cargo de una
pequeña parte del coste, la referida a extras. Durante el tiempo
que ha durado la ejecución de las obras, las pescaderías han estado
recolocadas en el centro del mercado, por lo que no ha sido
necesario interrumpir la venta. La intención de la cooperativa es
que a partir de ahora la remodelación se vaya extendiendo de manera
paulatina al resto de los sectores del mercado, hasta completar la
reforma integral de esta tradicional instalación.
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