Un alto cargo del Consell Insular criticó ayer la actitud y la
respuesta recibida por parte de un policía local cuando el pasado
domingo 31 se interesó, como padre, por las razones por las que a
su hijo no se le permitió entrar en el Ajuntament de Palma durante
los actos de la Festa de l'Estendard.
La versión de la Policía Local es que este joven participó
activamente en la manifestación de protesta en la plaza de Cort,
donde algunos de los manifestantes llevaban botes de pintura, por
lo que por medidas de seguridad y para evitar incidentes se impidió
el paso de estos jóvenes a la Casa Consistorial, donde se celebra
la entrega de las medallas de oro.
Este alto cargo quiso conocer en ese momento por qué no se
permitía el paso a su hijo, «pues como padre tenía derecho» y la
respuesta recibida de dos policías locales no fue satisfactoria.
Afirma que uno de los agentes se mostró arrogante y acusó a su hijo
de «presunto», a lo que él replicó «presunto de qué».
El joven, por su parte, aseguró ayer que en ningún momento
participó en la protesta, «no portaba banderas, ni grité, ni mucho
menos llevaba botes de pintura». Según su versión, cuando quiso
entrar en Cort, junto a dos amigos, un agente se lo impidió, sin
más razones que los alegados motivos de seguridad. Los jóvenes se
ofrecieron a ser registrados «pero no se molestó en hacerlo».
Por otra parte, la Policía Local tiene previsto llamar a
declarar a los sospechosos de haber protagonizado los actos
vandálicos del 30 de diciembre en la Plaça d'Espanya. Asimismo, si
el juez decide admitir a trámite la denuncia, su investigación
tendrá prioridad sobre la administrativa, incoada por la Delegación
de Gobierno. Esta quedará en suspenso, aunque puede ser reabierta
en caso de que el juez decida archivar el caso, según confirmó la
delegada de Gobierno, Catalina Cirer.
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