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La costumbre es pensar que la gente mayor padece una multitud de achaques y no disfruta de la vida como los jóvenes. Pero las personas de la residencia Miquel Mir de Inca han demostrado durante estas fiestas que todo esto es un tópico. Los residentes fueron los encargados este año de decorar toda la residencia para dar la bienvenida a las fiestas.

Para estas personas mayores la Navidad empezó el pasado 18 de diciembre cuando la Asociación Aulas de la Tercera Edad realizaron una actuación de ball de bot. Y sólo dos días después muchos jóvenes del colegio Beato Ramón Llull ofrecieron un amplio repertorio de villancicos ayudados al final por todos los residentes. La lista de actividades navideñas para estas personas es muy larga: la Asociación de Santa Rita llevó regalos, los Revetllers d'es Puig d'Inca actuaron, el Esplai s'Estel llevó tarjetas de felicitación a los residentes, varias agrupaciones cantaron villancicos,... Lo cierto es que la Navidad entró por la puerta grande en la residencia.

A pesar de todo la Nochebuena y la Nochevieja fueron muy especiales para los residentes. El comedor del centro sirvió para que varias personas de la iglesia de Sant Francesc celebraran la misa del gallo con su correspondiente sibil·la i con el sermó de la calenda. Y para finalizar una gran chocolatada. El fin de año llegó algo más pronto a la residencia Miquel Mir que al resto de la isla. Ya que la gente mayor debía irse más pronto a la cama escucharon en diferido las campanadas de la puerta del Sol "aunque bastante espaciadas entre sí", y se comieron, una tras otra, las doce uvas reglamentarias.

El personal del centro disfrutó también con todos los residentes de unas fiestas entrañables que fueron todo un éxito de fiesta, juerga y muchos villancicos. La edil de Serveis Socials de Inca, Magdalena Cantarellas, ha manifestado su agradecimiento a todas las asociaciones y personas que se han acercado a la residencia para compartir estas fiestas con los residentes.