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El conseller d'Obres Públiques, Josep Antoni Ferrer, arremetió ayer contra la política del Gobierno central en materia de transporte en el transcurso de una conferencia organizada por el Cercle Financer de Balears, en la Fundación «la Caixa». «El tráfico es un problema político. Afecta al medioambiente, al consumo de energía, a la ordenación del territorio, al urbanismo y a la economía», indicó Ferrer, quien precisó que «el Ministerio de Fomento está ampliando los accesos a las ciudades, beneficiando al vehículo privado, justo lo contrario de lo que se hace en Europa, donde se plantean restringir el tráfico». «En España "agregó" se ha intentado resolver el problema con las tesis más obsoleta: dar más territorio al coche».

Ferrer abogó por potenciar el transporte público, sobre todo, el ferrocarril. Sin embargo, al conseller se le planteó el hecho de inaugurar un nuevo tramo de tren y aprovechar para subir las tarifas. Ferrer, consciente de lo impopular de esta medida, afirmó que «además de buscar la rentabilidad social, hemos de intentar conseguir que sea viable económicamente. El Govern ya subvenciona al tren con 600 millones anuales».

Los empresarios también quisieron saber cómo va a lograr la descongestión del tráfico en verano, a lo que Ferrer respondió que, además de defender el transporte público, el Govern ampliará carreteras. Así, indicó que este año podría comenzar el desdoblamiento de la carretera de Llucmajor y que en breve se adjudicará el proyecto y obra de la primera fase de la carretera de Valldemossa hasta Camí des Reis. También indicó que no renuncia al dinero procedente del Gobierno central, pero subrayó que le preocupa que éste no adjudique obras. Finalmente, anunció un estudio sobre las comunicaciones aéreas y marítimas entre todo el archipiélago balear.