07/02/01 0:00
Cada jinetera tiene cinco clientes
Salvo el representante municipal de PP, Toni Nadal, que expuso la
política de Cort respecto a prostitución -lo que se ha hecho y lo
que se pretende hacer; que gustó o que no gustó al numeroso
auditorio-, la oposición, a través de sus intervenciones, demostró
que no tiene ni idea, no sólo del problema de la prostitución en sí
sino de la forma que ésta afecta a un núcleo de la ciudadanía
palmesana, lo cual levantó el enfado al numeroso auditorio que
asistió a la mesa alargada que con tal motivo organizó la AAVV ses
Veles. Así que, señores ediles, hay que salir más, porque así se
llevarán mejor preparados los deberes. El contribuyente quiere que
le quiten el problema de la puerta de su casa, no que le cuenten la
historia de la prostitución desde sus orígenes hasta nuestros días,
o la reforma de sa Gerreria o las causas que han obligado a mujeres
inmigrantes a que se dediquen al jineteo. Tampoco le importa que la
prostitución esté o no regulada, como pretende empecinadamente el
PSOE, pues si desde que el mundo el mundo nadie, en ningún lugar
del planeta, ha conseguido ordenarlas, ¿cómo las van a legalizar
ahora? Prueba de lo que digo es que a ese programa de ayuda, a
través de trabajo, que se ha presentado a bombo y platillo días
atrás, tan sólo cinco prostitutas (no sé si callejeres, de mueblé,
españolas o extranjeras) se han interesado por él, lo cual no me
extraña, pues a las prostitutas no les gusta que las cataloguen
como tales -y más con un contrato de seis meses a razón de 90.000
pesetas al mes-, ni a los dueños de bares en los que alternan las
prostitutas quieren que los clasifiquen como bares de prostitutas.
Por tanto, si no es posible ni lo uno ni lo otro, ¿a qué viene lo
de regularlas? Yo más bien me dedicaría a ordenar la calle,
buscándoles un lugar alejado, pero digno, donde trabajaran las que
quisieran.
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