El Consell de Govern aprobó ayer el cierre de dos establecimientos
turísticos de Mallorca por mantener una oferta sin los permisos de
la Conselleria de Turisme. El Ejecutivo, que ha impuesto sendas
multas de 5 millones a los propietarios de los dos
establecimientos, también ha sancionado a un hotel que tenía
abiertas sus puertas a pesar de estar en una situación de baja
temporal.
En concreto, las órdenes de cierre corresponden a «Pandora
Hollidays», de Cala Millor, por realizar funciones propias de una
agencia de viajes y comercializar, además, un edificio de 14
unidades, en ambos casos sin permisos de Turisme. El departamento
que dirige el conseller Celestí Alomar también ha ordenado el
cierre y ha impuesto una multa de 5 millones al propietario de un
edificio de apartamentos, sin denominación, situado en Cala Bona,
en el municipio de Son Servera, que comercializaba turísticamente
un total de 14 unidades de 62 plazas con el pretexto, según la
información del Govern, de que se dedicaba a arrendamiento
urbano.
Por último, el Govern ha impuesto una multa de 5 millones al
Hostal «La Madrileña», situado en Cala Rajada, por comercializar 30
unidades cuando se encontraba en situación administrativa de baja
temporal. Este establecimiento turístico tampoco cumplía el plan de
modernización.
Tras el Consell de Govern, el portavoz del Ejecutivo, Antoni
Garcías, aseguró que el PP no quiere negociar la Sindicatura de
Greuges y la Sindicatura de Comptes. «El PP sólo están interesados
en los nombramientos de los integrantes del Consell Consultiu, pero
los populares no tienen ningún interés en elegir a los síndics»,
informó Garcías, quien no tenía conocimiento de ninguna «solución
Huguet» para desbloquear los dos nombramientos.
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