El actual clima de bonanza de la economía balear ya tiene cifras.
Según los datos aportados por el Instituto Nacional de Estadística
(INE) de los dos últimos años, el número de efectos comerciales
impagados en Balears ha descendido casi un 14 por ciento, al pasar
de los 112.304 en 1999 a los 82.655 de 2000. Los efectos
corresponden a devoluciones realizados por bancos, cajas de ahorros
y cooperativas de créditos.
El importe en millones de pesetas se mantiene casi igual (15.639
millones en el 99 frente a los 15.050 millones el pasado año), pero
el hecho incuestionable, según el portavoz de INE, es el bajo
índice de morosidad registrado el pasado ejercicio en las Islas. En
opinión de la Confederación de Asociaciones Empresariales de
Balears, «los datos de efectos comerciales impagados reflejan una
reducción muy importante en los últimos años, hasta alcanzar un
punto por debajo del cual es difícil descender».
El pasado año marcó un importante cambio de la tendencia
registrada hasta ahora, donde los ejercicios se caracterizaban por
el aumento del número de efectos impagados. En el año 2000, bajaron
tanto el número de efectos como el importe medio, que mantiene su
tendencia a la baja.
Algunos expertos sostienen, incluso, que el motivo del elevado
número de efectos comerciales impagados obedece más a problemas de
manipulación burocrática y administrativa que a problemas reales de
liquidez en el propio seno de las sociedades mercantiles.
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