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Los servicios de urgencias de Son Dureta estuvieron colapsados durante la mañana de ayer como consecuencia del elevado número de pacientes que tuvieron que ser atendidos por la gripe. Un portavoz del centro sanitario reconoció que por la mañana se habían presentado problemas, pero aseguró que suele ser lo habitual en estas fechas. De hecho la situación complicada obligó a colocar camillas en los pasillos.

El mal tiempo que ha reinado estos días y el hecho de que haya habido un largo puente debido al Dia de les Illes Balears fueron factores que favorecieron el aumento de pacientes, según este mismo portavoz. Por la tarde y la noche, la situación tendió a normalizarse, si bien se mantuvieron los problemas y algunas camillas en los pasillos.

Los servicios de urgencias tienden a colapsarse, dado que el índice de ocupación del centro hospitalario es muy elevado. El problema estriba en que, cuando un enfermo llega a urgencias, no dispone de una cama libre en planta al que pueda ser trasladado. Como consecuencia de ello, los responsables médicos se ven obligados a atender a los pacientes en los mismos servicios de urgencias del hospital. La masiva llegada de enfermos en jornadas como la de ayer hace prácticamente inevitable que se produzca el colapso.

Los responsables de Son Dureta reconocen que se trata de una situación que no es deseable pero a la que, de momento, no se puede hacer frente. Una solución inmediata sería la apertura definitiva del hospital Son Llàtzer, ubicado en la carretera de Manacor, cuya obra civil ya está prácticamente finalizada. Sin embargo, aún falta por completar todo el equipamiento médico del centro hospitalario.