La sociedad tiene una idea equivocada de nosotros; nos tachan de locos y no lo somos; sólo padecemos una enfermedad». Dolors padece esquizofrenia desde su adolescencia y está cansada de que la gente le ponga una etiqueta que no se merece. «Padezco una enfermedad mental, al igual que otras personas pueden sufrir un trastorno físico, por lo demás soy totalmente normal», destaca.
La falta de información sobre las enfermedades mentales provoca entre los ciudadanos una creencia errónea acerca de estos enfermos. La Asociación Mallorquina de Salud Mental Gira-sol fue creada hace cuatro años por familiares e impulsada por profesionales de GESMA, Gestió Hospitalària de Mallorca, con un objetivo concreto: informar sobre los enfermos mentales y sus problemas y concienciar a la población de que nadie está libre de padecer cualquier enfermedad, incluso mental.
Los usuarios de esta asociación se caracterizan por ser personas afectadas por trastornos mentales severos. Estos trastornos son enfermedades del cerebro que alteran o deterioran el pensamiento, los sentimientos, los estados de ánimo y las relaciones con otras personas. El resultado es una incapacidad más o menos grave del paciente para afrontar y adaptarse a las situaciones de la vida cotidiana.
Para ayudar a una mayor adaptación, Gira-sol ha puesto en marcha distintos talleres entre los que cabe destacar el literario, el de costura, el de arte y el de vocalización y escenificación. Todas estas actividades se han adaptado para dar lugar a «De gira amb Gira-sol». La gira es una manera lúdica de dar a conocer la realidad de los enfermos mentales a través de la realización de un pequeño teatro de marionetas, que ya ha pasado por distintos centros de la Tercera Edad y que tiene previsto acercarse próximamente hasta las escuelas. Según Ana Sánchez, trabajadora social de la asociación, «esta idea nació de la necesidad de relacionarse con el exterior; todos ellos están acostumbrados a ser receptores. Era el momento de que se sintieran útiles». Kiko, otro de los usuarios, confiesa sentirse muy a gusto en la asociación: «Gracias a estas actividades me relaciono con gente; de esta manera nos sentimos integrados» afirma este chico de 33 años.
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