De 9 a 12, imposible pillar el bus entre Can Pastilla y Molinar. Foto: CLICK.

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Pedro Àlvarez, presidente de la EMT, se pone las pilas y sale a la calle a ver qué pasa. Aunque realmente eso lo hace a menudo, más veces de lo que pensamos. Pasa que no le vemos. Seguramente la línea que más le trae a mal traer es la 15. Para entendernos, la que recorre desde la plaza de la Reina, de Palma, a s'Arenal, y viceversa. Sobre todo, viceversa, es decir, desde s'Arenal a Palma, pues a las pocas paradas, bastante antes de arribar a Can Pastilla, los buses ya van a rebosar y no se detienen hasta casi el final, ante la desesperación de quienes, apostados en la parada, los ven pasar una y otra vez. Porque en según qué días, ni incluso contando con el refuerzo del bus del aeropuerto, dan abasto.

Pedro Àlvarez ayer estuvo en varias paradas de esa línea, comprobando in situ que esto está así, no por casualidad, sino porque la demanda es superior a la oferta, y, de paso, hablando con los usuarios, quienes se le quejaron de las demoras, pero a quienes tranquilizó adelantándoles lo que un poco más abajo les contamos.

Veamos cuál es la situación entre Palma y s'Arenal. Ahora mismo, por ese tramo discurren tres líneas, la 18, a Son Riera, la 17, al aeropuerto, y la 15, a s'Arenal. En total, 22 autobuses con una frecuencia media de 4 minutos yendo las cosas bien, que concretamente entre las 9 y las 11 de cada día no lo van, y van a peor, encima, si llueve o hace mal tiempo, pues los turistas, al no poder disfrutar de la playa, se apuntan a una excursión en bus a Palma, lo que satura todavía más esa línea.

A partir del 2 de abril, entra en funcionamiento el Aerociutat, un bus que trasladará al usuario desde la plaza de España al aeropuerto, lo cual permitirá que la línea 17, que como hemos dicho es la que va al aeropuerto, no se desvíe hacia ahí por es Coll "como ocurre ahora", sino que siga por San Juan de Dios, Cala Estancia y Can Pastilla, para, desde este punto, enlazar con Son Sant Joan. Eso supondrá, sobre todo al regreso, un refuerzo especialmente para los residentes de es Coll d'en Rabassa y es Molinar, sin duda los damnificados y grandes sufridores de ahora mismo.