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Endesa, propietaria de GESA, mantiene inalterable su política de ahorro de costes y mantiene a un grupo de trabajadores de Mallorca viajando todas la semanas a Madrid para desarrollar diversas actividades administrativas. Según confirmaron a este diario fuentes sindicales de GESA, la «operación Madrid» se inscribe en el contexto de «vaciado de contenido administrativo» de la compañía mallorquina. Se trata de un plan de ahorro de costes emprendido por Endesa, que ha fijado en Madrid la sede administrativa de la empresa. Ello obliga al personal mallorquín a viajar de lunes a viernes a la capital de España y aunque los gastos corren por cuenta de Endesa, la medida implica un «grave quebranto familiar» para el grupo de empleados, que debe alquilar hoteles o habitaciones durante su estancia en Madrid.

La contabilidad de todas las filiales de Endesa se han centralizado en Madrid, porque, según un portavoz, «diversas tareas administrativas y de aprovisionamiento son más efectivas en esa ciudad». Precisamente, Endesa busca una salida laboral para las personas especialistas en determinadas labores, como electricistas, operarios, administrativos que no puede «reconvertir».

GESA, asimismo, ha iniciado el plan de prejubilaciones voluntarias a todos sus empleados que este año cumplirán los 50 años, según el acuerdo alcanzado en su día con los sindicatos. La prejubilación afectará a un total de 425 personas en un plazo que expira el año 2005. La plantilla de GESA asciende en estos momentos a 1.500 personas, que han «sobrevivido» a la primera acción emprendida por Endesa tras absorber a la compañía mallorquina. No obstante, la política de la compañía matriz es intentar reducir, todo lo que pueda el número de trabajadores en la capital balear.

Uno de los sindicatos que ha denunciado esta situación, UGT, ha acusado a los responsables de GESA de haber gastado durante estos últimos años más dinero en despidos y jubilaciones anticipadas que en inversiones para mejorar las infraestructuras de la empresa en las Islas. Según ese sindicato, GESA, empresa presidida por Bartomeu Reus, está buscando «el beneficio puro y duro en lugar de mejorar sus instalaciones». Los representantes sindicales han denunciado reiteradamente estas intenciones de la compañía y han criticado el progresivo desarraigo de GESA de la sociedad mallorquina tras su absorción por Endesa.