Con el tiempo y una caña

En primer lugar porque tras un largo camino, nos encontramos con el cielo encapotado y con algo de fresco, sobre todo para estar allí en manga corta. En segundo lugar, porque no pudimos invitar a la presidenta a que se colocara el traje de pesca, con botas incluido, con el que meterse hasta la cintura en el embalse, y pescar así, ya que las normas prohíben el contacto con el agua. Y en tercer lugar, por más que lo intentamos, no picó ni uno. Y eso que cambiamos varias veces de sitio, siempre manteniendo las distancias obligatorias entre el puesto de pesca y las compuertas del embalse.

Pero ni por esas. ¡Otra vez será! La única alegría que nos llevamos fue observar que las aguas habían alcanzado una altura más o menos tranquilizadora, aunque "señaló Crespo" ya podría llover algo más para estar tranquilos del todo, o al menos afrontar con mayor tranquilidad el verano, que de seguir así tenemos agua para todo ese período excepto 16 días. Pero lo de las previsiones de agua, desaladoras, disputas que originan unas y otras entre políticos de distinto color, etc., son cuestiones que nada tienen que ver con lo que nos llevó hasta allí. Eso, ¿quién puede pescar en dichos embalses y desde cuándo y hasta cuándo?

La presidenta de EMAYA nos lo explicó de forma sucinta, pero muy concreta. La temporada de pesca comienza el 11 de abril "ayer" y termina el 24 de junio. En el embalse de Cúber sólo pueden pescar ocho personas cada día, y en el de Gorg Blau, tres. «Dichos permisos "aclara María Crespo" son concedidos por la Consellerie de Medi Ambient, y pueden ser retirados en la Dirección General de Biodiversitat. En EMAYA "aclara" también podemos dar hasta tres permisos diarios de los once permitidos. En lo que respecta al horario de pesca, éste abarcará prácticamente todo el día, desde el alba hasta la puesta de sol; en cuanto a los lugares donde poder pescar, cualquiera de los del embalse siempre y cuando estén a una distancia de cincuenta metros de las compuertas del mismo».