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Un grupo de afiliados al Partido Popular, liderado por el ex director general del Govern José Francisco Vidal, ha iniciado una campaña de recogida de firmas entre los militantes de la formación para exigir al partido la convocatoria de un congreso extraordinario para elegir un nuevo presidente que sustituya a Jaume Matas. En torno a este grupo se alinean tanto antiguos vergeristas como algunos destacados cañellistas.

La recogida de firmas va precedida de un manifiesto en el que se asegura que existe un sentimiento generalizado de «desilusión, desconcierto y desánimo» entre las bases del partido. El manifiesto censura abiertamente que Matas trate de compatibilizar su cargo de ministro con la presidencia del partido. «No puede estarse en Madrid y en Balears al mismo tiempo cuando la tarea que tiene el partido por delante es de tanta importancia», señala. El texto añade que no ganará las elecciones «un ministro de Madrid por muy nuestro que pudiere o quisiera ser» y considera que las elecciones se ganan día a día «con más dosis de trabajo que de propaganda».

El manifiesto alarma además de un «peligroso distanciamiento» entre la cúpula del partido y las bases y entre el partido y se electorado natural. «Esta situación ha conducido a un estado general de 'pasotismo' agravado por los recientes acontecimiento relativos al denominado caso Formentera». Afirma que ya se dilucidarán las responsabilidades políticas y judiciales, si bien reconoce que el tema no es objeto del manifiesto.

También critican que, entre las bases, existe la impresión de que se está «más pendiente de la conservación de los cargos institucionales y de asegurarse un sitio en las próximas elecciones» que de trabajar por el partido. Por todo ello consideran urgente que se produzca una renovación y una reestructuración del PP para acercar el partido a las bases y recabar su confianza «con inequívoca supremacía respecto de otros sectores que ni nos han votado nunca ni jamás lo harán por muy centrados que queramos parecer». El manifiesto concluye que, de no hacerse este congreso extraordinario, «nuestro partido podría verse abocado a un fracaso histórico de consecuencias imprevisibles».

En el manifiesto se considera inexplicable que un partido que cuenta con 28 diputados fuera incapaz de alcanzar acuerdos con otras fuerzas políticas para poder gobernar. Considera que debe realizarse un análisis de por qué no se pudo gobernar y por qué el PP perdió 10.000 votos con respecto a las elecciones generales y europeas.

Los estatutos no prevén la recogida de firmas
Los estatutos del PP no prevén la posibilidad de que se convoque un congreso extraordinario porque un número determinado de militantes lo solicite con su firma, según aseguraron las fuentes consultadas. La posibilidad de convocar un congreso extraordinario debe partir de un porcentaje de miembros de la ejecutiva, cosa que en estos momentos no parece plantearse. Los impulsores del manifiesto consideran, no obstante, que la ejecutiva tiene el deber moral de convocar el congreso si las firmas son muy numerosas.