La vela latina no pudo llegar a Palma

Entre las 22 embarcaciones inscritas, destacaron algunos ejemplares de valor histórico como el bote Callao de 1893 junto a reliquias con más de medio siglo sobre sus cuedernas, como el Paquita B de 1928, el Bárbara, de 1936 o el Annibal de 1942. Todas ellas barcas de madera, con esloras comprendidas entre los 4 y 6 metros, auténticas obras artesanales de los carpinteros de ribera.

Nada más franquear la bocana del Club Náutico de Cala Gamba un viento de Mestral con rachas de fuerza 5, determinó una dificultad insuperable a la hora de alcanzar el Real Club Náutico tras décadas de ausencia de la vela latina. Una emotiva línea de meta que debía rememorar los tiempos del Reial Club de Regates. Las condiciones meteorológicas pero, aconsejaron acercar la boya de virada a la altura de El Molinar, pero no pudo evitarse la zozobra de cuatro embarcaciones cuyos tripulantes debieron ser rescatados por la lancha de salvamento.