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J. RODRÍGUEZ/J.M. AGUILÓ Los transportistas de escombros afiliados a Astracoma verterán los restos de obras durante los próximos 15 días en las instalaciones de Son Reus tras la intervención en el conflicto de Maria Crespo, presidenta de EMAYA. Crespo aludió a la necesidad de mantener limpia Palma y a la falta de soluciones aportadas por Medi Ambient, «que hace que la situación sea insostenible» para justificar un ofrecimiento que no ha gustado en la Conselleria ya que, aseguran, en Son Reus no hay planta de selección.

Los profesionales dieron por concluidas sus protestas y retiraron sus vehículos de la Conselleria de Medi Ambient, «como muestra de buena voluntad y para recuperar el diálogo con el Govern», toda vez que habían presentado un proyecto para montar una planta de selección en la zona de Gènova y para verter escombros limpios en la cantera de na Carnissera en Calvià.

Sin embargo, y hasta que estos proyectos se tramiten, los transportistas no pueden descargar escombros ya que se niegan a llevarlos a las plantas autorizadas en las últimas semanas por la Conselleria argumentando que se trata de «empresas afines al Govern».

El portavoz de los transportistas, Monserrat Barceló, señaló que el permiso puntual para descargar en Son Reus es bueno, «siempre que nos permitan habilitar la planta que hemos pedido en los primeros días». En caso contrario, afirma, «se acabará el plazo, no habremos podido hacer nada y seguiremos sin poder verter en ningún lugar».