Los servicios de Acción Social del Ajuntament de Palma procedieron
ayer por la mañana al derribo de la última, al menos por ahora, de
las construcciones ilegales del poblado de Son Banya, según informó
el concejal de Acción Social en Cort, Antoni Nadal.
No se trataba de una vivienda, sino de un garaje-almacén, ya que
la demolición de las viviendas está pendiente de la firma de un
convenio por parte del Ajuntament y el Ibavi.
Para el derribo de ayer acudieron al asentamiento gitano
efectivos de la Policía Nacional y de la Policía Local, y si bien
hubo las habituales protestas, no se produjeron altercados dignos
de mención. Este almacén era la sexta y última construcción ilegal
no destinada a vivienda del poblado y estaba situado a la entrada
de una calle, con lo que dificultaba el paso de los vehículos.
El responsable municipal recordó que el plan de desmantelamiento
de Son Banya consta de tres partes: la primera se refería al
derribo de las casas, garajes o demás construcciones en los que, en
teoría, no habitaba nadie; a continuación se debían derribar las
construcciones ilegales -fase culminada- y la última supondrá el
derribo de las viviendas ocupadas.
Para emprender esta última etapa es preciso que el Consistorio y
el Govern autonómico, a través del Institut Balear de l'Habitatge
(Ibavi), firmen el convenio por el que ambas partes se comprometen
a aportar el presupuesto necesario para hacer frente a las
indemnizaciones económicas o a conseguir viviendas para los
afectados. El proyecto ya está aprobado y en él se especifica que
la financiación será al 50 por ciento, sólo falta ratificar el
acuerdo, dijo Nadal.
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