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Los agentes sociales continúan sin ponerse de acuerdo sobre el Real Decreto de Ley 5/2001, de 2 de marzo, de reforma del mercado de trabajo para el incremento del empleo y la mejora de su calidad.

Esta semana la Fundación de Escuela de Práctica Jurídica y el Tamib han organizado una mesa redonda sobre «La incidencia de la reforma laboral en Balears» en la que participaron Josep Benedicto, secretario general de CC OO en Balears; Lorenzo Bravo, secretario general de UGT en Balears; Fernando Galán, director general de Treball del Govern balear; Juan Antonio Marimón, Graduado Social y Josep Oliver, presidente de CAIB.

Patronal y sindicato mostraron sus posturas divergentes sobre el decreto; aunque las críticas más rotundas fueron pronunciadas por Fernando Galán, quien afirmó que «la propia Inspección de Trabajo nos dice que será imposible controlar el fraude en la contratación de trabajadores» y dejó bien claro que «el 70'5 por ciento de los contratos efectuados en las islas el año 2000 fueron temporales».

Los representantes sindicales, Josep Benedicto (CC OO) y Lorenzo Bravo (UGT) lamentaron publicamente que la nueva reforma laboral se haya hecho por decreto. «La negociación previa entre sindicatos y patronal duró más de nueve meses, fue como un parto abortado por el decreto del Gobierno del PP», afirmó Bravo. «Nos han vendido el decreto como la panacea para acabar con la precariedad de los contratos, cuando lo que hace es perpetuar la contratación temporal», dijo Benedicto, añadiendo que «es un decreto hecho a la medida de las demandas de la patronal».