La ministra explicó las reformas educativas que están en marcha a los estudiantes asistentes al Congreso.

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La ministra de Educación y Cultura, Pilar del Castillo, anunció ayer en Mallorca que la aplicación de la nueva Ley Orgánica de Universidades será una realidad en el curso 2003/2004. Pilar del Castillo llegó ayer a la Isla para clausurar en Magaluf en Congreso de la Confederación de Estudiantes y durante su intervención explicó la propuesta de reforma educativa redactada por el Gobierno, que mañana, día 21, comenzará a ser discutida por el Consejo de Universidades.

La ministra negó que la nueva ley margine a las comunidades autonómas, tal como denunció este semana el conseller d'Educació del Govern balear, Damià Pons, y ante esta crítica aseveró que «es todo lo contrario». «Este anteproyecto de ley -señaló- está ahora en debate y contempla todas las posibles competencias de las comunidades». «Con la ley en la mano, no puedo aceptar esas críticas, cuando además el proceso está abierto a la discusión y desde el Ministerio hay un deseo de entrar a debatir realmente el contenido del anteproyecto», aseveró.

La falta de una memoria económica que acompañe al texto ha sido la principal preocupación mostrada por los responsables de Balears y, en este sentido, la titular de Educación aclaró que «ésta no es una ley que altere el sistema de financiación de las universidades, el cual está vinculado al sistema de financiación autonómica, sino que es una ley en la que se revisa la ordenación del sistema universitario y se introducen mecanismos para potenciar la calidad, que es el objetivo último».

Eso quiere decir, explicó, «que la ley conllevará los gastos que se deriven de todas aquellas medidas nuevas que introduce (como la creación de la Agencia para la evaluación y acreditación de la calidad de las universidades) y de la reforma de medidas ya existentes que comporten una inversión, y todos serán asumidos por el Gobierno».

Según declaró, la educación del siglo XXI debe incorporar los nuevos desafíos sociales que, enumeró, son tres, las nuevas tecnologías, el espacio educativo europeo y el fenómeno de la inmigración. En referencia a la reforma que se plantea para el sistema universitario, apuntó que «una vez superado el criterio de la cantidad, debido al incremento del número de universidades y al descenso de la natalidad, debemos poner el acento en la calidad».