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J. MESTRE/N. DOMBLÀS La Mesa del Parlament aprobó ayer una subida para el personal eventual de la Cámara, adscrito a los distintos partidos políticos, con la oposición del president del Parlament, Maximilià Morales, que perdió esta votación por un rotundo cuatro a uno. La subida salarial implicará un incremento mensual de unas 20.000 pesetas para cada uno de estos trabajadores y la propuesta fue apoyada por PP, PSOE y Els Verds y contó con el único voto en contra del president, Maximilià Morales. Los representantes de los partidos políticos llevaban negociando este asunto durante más de un mes. La subida responde a la reorganización funcionarial que se ha producido en la Cámara durante el último año.

Esta nueva estructura de funcionarios ha hecho que los auxiliares administrativos pasen a tener la categoría de administrativos, mientras que estos últimos han subido a la categoría de jefe de negociado. Con esta reestructuración se ha logrado homologar el suelo de los funcionarios del Parlament al del resto del personal que trabaja al servicio de la administración autonómica, ya que hasta ahora cobraban menos.

El personal eventual que dependía de los grupos parlamentarios estaba asimilado al personal administrativo, por lo que cuando estos se beneficiaron del incremento de categoría, también reclamaron ser asimilados de categoría y, en consecuencia, de incremento salarial. Se trata de una petición realizada por el personal eventual que depende de los grupos políticos y que, en este caso, ha sido atendida por la Mesa de la Cámara.

Hasta que no se llevó a cabo esta reorganización, los sueldos de los funcionarios nunca habían sido regulados de forma exhaustiva, de forma que trabajadores que realizaban las mismas funciones y tenían la misma categoría cobraban sueldos diferentes pese a todo. La asimilación salarial a los trabajadores fijos de la institución se ha realizado a pesar de que no se trata de funcionarios y, por lo tanto, no han pasado por una oposición. Sin embargo, a la hora de aprobar la subida se ha tenido en cuenta que se trata de un personal de confianza que trabaja en condiciones de precariedad a las que no se enfrenta el resto de personal del Parlament.