La última reforma laboral aprobada en marzo por el Gobierno supuso
en Balears, según el Govern, un duro golpe a la figura del fijo
discontinuo. Las enmiendas aprobadas la semana pasada en el Senado
han evitado, según señaló ayer la Conselleria de Treball, el
«desastre» de esta modalidad propia de las Islas que cada vez se
utiliza menos y cada vez está más desregulada. Como explicó ayer el
conseller de Treball, Eberhard Grosske, con la reforma laboral se
desincentivaba, por un lado, su utilización al quedar fuera de las
bonificaciones que reciben el resto de modalidades de contratos
(saldría más económico para el empresario un contrato eventual o
temporal).
Y, por otro lado, los nuevos fijos discontinuos perdían los
derechos adquiridos para el cobro de la pensión de jubilación en
cuanto que no se les aplicaría el coeficiente multiplicador de 1'5
por cada mes trabajado. Es decir, que para alcanzar los 15 años que
se exigen para obtener una pensión mínima de jubilación, tendrían
que trabajar treinta años (seis meses cada temporada) en lugar de
20 años que resultarían aplicando este coeficiente. Ante estos
«perjuicios», la Conselleria de Treball buscó el respaldo de la
Mesa de Diálogo Social y a través del senador por Balears Manuel
Cámara (Esquerra Unida), preparó una serie de enmiendas que,
finalmente fueron aprobadas la pasada semana.
Estas enmiendas han permitido «evitar un gran desastre» y un
«grave perjuicio» para Balears en el sentido de que aún se hubiera
utilizado menos los contratos fijos discontinuos (en 2000 se
hicieron mil y pico menos que en 1999) y, todo ello, teniendo en
cuenta que «es la modalidad de contrato que mejor se adapta a la
economía de las Islas» indicó Fernando Galán, director general de
Treball. Las enmiendas, además de mantener el coeficiente
multiplicador, introducen por primera vez los incentivos, vía
Seguridad Social, de este tipo de contrato por parte del Gobierno
(en 1999 y 2000 lo hizo el Govern destinando 540 millones).
El Govern ha lamentado una vez más el «gran desconocimiento» que
tiene Madrid sobre la figura del fijo discontinuo al tiempo que
anunció que «presionará» a sindicatos y empresarios para que
regulen esta figura y una vez alcanzado el consenso se remitirá a
Madrid para que la apruebe dentro del desarrollo del Régimen
Especial de Balears (REB). Galán recordó el fraude existente en
este tipo de contratación en las Islas, en cuanto que cada año unos
30.000 trabajadores son contratados con contratos temporales cuando
deberían ser fijos discontinuos, insistió. Balears cuenta con unos
45.000 fijos discontinuos.
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