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El Estudio General Luliano, ubicado en la calle de Sant Roc, es un centro dedicado a la docencia y a la investigación que fue creado en Palma en 1951 para impulsar la cultura en Mallorca y restaurar los estudios universitarios. A lo largo de varios años se realizaron cursos de derecho y de filosofía y letras, que fueron suprimidos por razones económicas. Ya en 1959 se creó la cátedra Ramón Llull, adscrita a la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Barcelona, que promovió cursos para la obtención del doctorado y otros de verano altamente apreciados en el mundo de la filología.

Hace ya 50 años que este centro organiza cursos de español para extranjeros, que se imparten de manera intensiva en verano y más relajadamente en invierno. Cuarenta son los alumnos de distintas nacionalidades que esta temporada se han inscrito en estas clases, que comenzaron el pasado 11 de julio y que se alargarán hasta el 31. Existen cuatro niveles de enseñanza: preparatorio, elemental, medio y superior. Cada grupo tiene cuatro horas lectivas, de 09.30 horas a 13.30, estructuradas en distintas materias: conversación, morfología, práctica gramatical, comentario de texto y fonética y pronunciación, impartidas por distintos profesores. Además también disfrutan de distintas actividades culturales programadas.

Tito Torres, maestro de comentario de texto y fonética, destaca que cada año el nivel del alumnado es superior. «Vienen mejor preparados y con mucha ilusión de aprender más». Rusos, alemanes, irlandeses, ingleses, franceses, americanos e incluso asiáticos se lanzan a la arriesgada aventura de desplazarse hasta un país desconocido con el fin de aprender, gracias al contacto directo con sus gentes, más sobre su lengua y su cultura.

Ksenia es una adolescente de origen ruso que, atraída por nuestro idioma, decidió desembarcar en Mallorca por un mes para desarrollar todavía más sus estudios de español, que realiza desde hace un par de años en su país. «Me encantaría vivir en España y dedicarme al turismo; por esta razón sé que debo aprender castellano». A su vez, María, profesora de lengua italiana, se ha tomado estos estudios como un hobby, «me encanta aprender lenguas y estar en contacto con distintas culturas».