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El president del Govern, Francesc Antich, alertó ayer del peligro que corren las reivindicaciones de Balears en materia de insularidad en el momento en que se apruebe la ampliación de la Unión Europea hacia los países del Este. Esta ampliación, en opinión del president, hará que el problema de la insularidad quede diluido y que el centro de gravedad de Europa se traslade hacia el Este. El president realizó estas declaraciones durante la presentación del libro «El tratamiento de la insularidad en el ámbito europeo», realizado por Patricia Dueñas y editado por el Institut d'Estudis Autonòmics del Govern. El estudio establece el marco legal en el que e encuentran las regiones insulares, presenta os medios disponibles en este contexto para tratar la insularidad y, finalmente, estudia esta materia desde un punto de vista institucional.

El estudio pone de relieve que el derecho y las políticas europeas no tienen en cuenta la especificidad de las regiones insulares. Añade que la aplicación estricta del criterio de renta perjudica a Balears y no permite conocer la dimensión real de las desventajas territoriales motivadas por la insularidad, como puede ser el déficit de agua, la precariedad y estacionalidad del mercado laboral o las deficiencias en materia de infraestructuras viarias y sanitarias.

El libro considera además que la utilización del PIB por habitante en Balears como indicador de riqueza sobreestima las rentas de las familias residentes a las Islas, ya que no tiene en cuenta la población flotante. Por otra parte, la insularidad no está recogida expresamente en ningún tratado europeo, como un factor que se ha de tener en cuenta a la hora de conceder ayudas. El estudio concluye que el marco europeo no es favorable a la mejora de la situación de las regiones insulares.