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El presidente del Govern acusó ayer a José María Aznar de practicar un «centralismo rancio» con su decisión de presentar un recurso de inconstitucionalidad contra la ecotasa y pedir, simultáneamente la suspensión del impuesto. Para Antich, el Govern ha vuelto a tratar a Balears «como una provincia de la periferia» y ha quedado claro que el único diálogo que entiende el presidente es «imposición o el recurso a los tribunales». En una rueda de prensa de urgencia convocada en la tarde de ayer, el presidente anunció que el Govern iniciará todos los trámites jurídicos que sean necesarios para que intentar conseguir que se levante la suspensión de la ecotasa. Sus palabras contra el Gobierno del PP fueron especialmente duras y el presidente llegó a asegurar que ante un acto de «soberanía autonómica», el Govern del PP esgrime «la confrontación y la demonización».

Sin embargo, no fue éste el único reproche. El presidente del Govern balear acusó a Aznar de impedir que la Comunitat pueda beneficiarse de los beneficios que deja el turismo: «Aznar también ha dejado claro una cosa: que en el negocio turístico de Balears nadie más que él puede hacer caja». Recordó que Aznar recauda miles de millones de pesetas en las Islas «pero no puede consentir que aquí quede ni tan sólo la calderilla». Antich recriminó a Aznar que se haya molestado más en defender los intereses de unos pocos «muy poderosos económicamente» que los intereses globales de los ciudadanos de las Islas. Por último, también señaló que la decisión de recurrir la ecotasa ha puesto en evidencia que el PP siempre está en contra de todo lo que supone defender el territorio y el medio ambiente.

El presidente recordó que la decisión del Gobierno paraliza importantes proyectos de protección ambiental que el Govern ya tenía listos. Pese a ello y a pesar de tener al Gobierno de Aznar «a la contra», Antich aseguró que el Govern seguirá trabajando «para hacer un futuro sostenible para Balears». Con cierta ironía, el jefe del Ejecutivo tuvo palabras de crítica para el sector hotelero de las Islas. Afirmó que la suspensión de la ecotasa tendrá como efecto positivo la desaparición de la crisis turística de la que los hoteleros se vienen quejando durante todo el verano. «Estoy bien seguro de que, a partir de ahora, ya no se hablará de crisis turística, esta crisis turística inexistente que ha sido propagada por algunos que han dicho que había crisis de ocupación hotelera y se ha demostrado que tenían ocupaciones superiores al cien por cien», señaló Antich. Para el presidente, algunos han hecho incluso el ridículo.

El presidente se refirió también al ministro de Medio Ambiente, Jaume Matas, a quien auguró que su postura al aprobar este recurso le traerá consecuencias negativas. El presidente se dirigió directamente a José María Aznar para recordarle la entrevista que mantuvieron hace un año en La Moncloa, en la que Aznar defendió la necesidad de que las comunidades autónomas tuvieran soberanía fiscal para que no toda la recaudación cayera sobre el Gobierno. «Al primer acto de soberanía fiscal de Balears, el señor Aznar, como siempre, ha dicho que no y ha enviado el tema a los tribunales».