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El decreto de mínimos para la enseñanza de la lengua catalana ha terminado este año su aplicación con resultados superiores a los esperados por la Conselleria d'Educació en los segmentos de infantil y primaria, con un total de 80.541 alumnos: sólo un 5'7 por ciento del alumnado balear está sometido a una educación que no contempla las cuotas fijadas por la norma aprobada por el Govern en 1997. Durante el año pasado, el porcentaje era muy superior, con un amplio 9'43 por ciento.

Las cifras obtenidas han sido superiores a las esperadas por la Conselleria d'Educació. Según ha advertido el conseller d'Educació, Damià Pons, y el director general d'Administració Educativa, Jaume Morey, a lo largo del último curso se ha mostrado un incremento de cuatro puntos porcentuales en el alumnado que recibe la educación íntegramente en catalán, mientras que se ha mantenido estable "alrededor de un 41 por ciento" el número de alumnos para los cuales se ha respetado el contenido del decreto de mínimos. Como es sabido, esta norma obliga que al menos la mitad de las asignaturas sean impartidas en lengua catalana. Para Damià Pons, se «ha demostrado un cumplimiento mucho más amplio del decreto», que fue redactado por Joan Flaquer y aprobado por Manuel Ferrer.

De hecho, el 5'7 por ciento que falta para adaptarse a la norma se considera próximo a la extinción, y se acepta que corresponde a segmentos del profesorado que, próximo a la jubilación, no ha cursado el reciclaje preceptivo. En este sentido, hay que destacar igualmente la falta de interés que han mostrado los centros educativos privados "los que no conciertan sus servicios con la enseñanza pública" para adaptarse al decreto. Significativamente, el curso pasado un 76 por ciento del alumnado no recibía la enseñanza mínima en catalán. Durante el actual curso "el último para la aplicación íntegra del decreto" este porcentaje ha bajado hasta el 28'5 por ciento.

De manera clara, los centros que ya ofrecieron toda la educación en catalán "un 14'5 por ciento" no han mostrado una variación real, pero sí los que han comenzado a aplicar los mínimos establecidos, del 9'5 al 57'2 por ciento en sólo un curso escolar. En realidad, más de un agente social considera que la aplicación definitiva del decreto de mínimos no se ha agotado este año sino que lo hará el curso próximo. Esta interpretación es falsa, según el Govern. La confusión se produce a partir de la orden de mayo de 1998, que desarrolla el decreto, y que señala dos calendarios diferentes.