Nuevo ataque de los moros, que coge por sorpresa a los 'pollencins'. Foto: P.B.

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El simulacro de Moros i Cristians de Pollença se volvió a vivir ayer en una tarde llena de expectativa y espera por parte de la gran multitud de pollencins que participaron en la fiesta pese al gran calor que hizo durante todo el día. La ancestral batalla, que rememora el ataque de los moros a Pollença del 31 de mayo de 1550, ahora hace poco más de 450 años, comenzó sobre las siete de la tarde en la Plaça de l'Almoina, cuando los moros llegaron hasta el centro del pueblo empujados por una terrible furia, pero allí se encontraron con el héroe, Joan Mas, encarnado este año por Llorenç Cerdà, quien, delante de centenares de personas encorajó a los pollencins a enfrontarse a los moros y defender su pueblo con las ya conocidas palabras de «Mare de Déu del Àngels, assistiu-nos! Pollencins, aixecau-vos!; Els pirates són aquí!».

Era el momento más culminante, el más esperado, tradicional y emocionante, que fue aplaudido por todos los asistentes que se concentraron en el barrio céntrico de Pollença, sobre todo por los pollencins que esperan este día durante todo el resto del año y viven con gran intensidad las fiestas de la Patrona desde las elecciones de los representantes de los moros y cristianos. La batalla se desarrolló entre las estrechas calles del municipio con centenares de palos y espadas de madera que mezclados con el tradicional mesclat hicieron que la historia volviese al futuro durante todo el tiempo que duró la batalla campal.

Cuando estaban a media batalla, el Ajuntament se incorporó a la lucha, que terminó, como manda la tradición, con la victoria de los cristianos de la mano de Joan Mas, que consiguió derrotar al temible corsario Dragut y sus compinches en el campo de fútbol de Pollença. Josep Maria Costa, conseller d'Interior, y Miquel Nadal, vicepresident del Consell de Mallorca, fueron las autoridades que no quisieron perderse la fiesta y se unieron al resto de pollencins.

Una vez ganada la batalla, los cristianos se dirigieron al templo parroquial, donde entonaron el Tédeum en agradecimiento a su querida patrona, la Mare de Déu dels Àngels. Por la mañana se celebró la tradicional misa mayor en la Parroquia, durante la cual los cossiers realizaron el baile de la Oferta. Sobre la una del mediodía se repartieron los premios y distinciones que cada año concede el Ajuntament en la iglesia de Monti-Sion. Según informó la Policía Local, la tarde transcurrió sin muchos problemas y con normalidad, excepto algunos percances inevitables en días de tanta gente.