TW
0

ÓSCAR DELGADO
Mohamed Usman nació en la madrugada del domingo al lunes. Sus padres, Sani y Rahina, son nigerianos. Ambos cubrían el trayecto Costa de Marfil-Amsterdam en un vuelo de la compañía KLM para tomar a su llegada un avión que les trasladara a Londres. El motivo pasaba porque los dos querían que su tercer hijo tuviera nacionalidad inglesa. Pero el destino decidió que naciera en la isla de Eivissa.

Todo transcurría con normalidad en el vuelo de la KLM Costa de Marfil-Amsterdam hasta que Sani Usman requirió la atención de un médico. Su mujer estaba embarazada de ocho meses y comenzaba a tener los síntomas de que la nueva vida quería adelantarse. Coincidía que en el pasaje había un médico, quien cogió el maletín de primeros auxilios de la cabina del comandante unos guantes y los utensilios básicos para atender a una parturienta. Y Rahina rompió aguas. Había que aterrizar en el aeropuerto más cercano para que atendieran a la paciente en un hospital.

«El doctor comentó a la tripulación del avión la necesidad de atender a mi mujer en un hospital y de que había de aterrizar en el lugar más cercano posible», comentó ayer Sani Usman, el padre del bebé. Coincidió que el aeropuerto más cercano en la ruta de vuelo era el de la isla de Eivissa, por lo que se procedió al aterrizaje de emergencia. Para el momento de tomar tierra Rahina ya había parido un hermoso niño, al que llamarán Mohamed, tal y como decidieron los padres en ese preciso momento.

Una ambulancia del 061 esperaba a pie de pista para trasladar a la madre al Hospital Can Misses. Eran entonces las cuatro de la mañana y tanto la madre como su hijo necesitaban descansar. La habitación tres de la planta de maternidad del hospital recibió a los nuevos inquilinos. Mohamed nació en el aire ibicenco y será español, no inglés.